“La primera medida de la dignidad del hombre, la primera
condición del respeto de los derechos inviolables de la persona humana, es el
honor debido a la madre. Es el culto a la maternidad. No podemos desligar al
hombre de su comienzo humano. Hoy hemos llegado a saber tanto sobre los
mecanismos biológicos, que determinan este comienzo en sus respectivos
aspectos; por eso, es necesario que proclamemos con una consciencia tanto más
viva y una convicción tanto más ardiente el comienzo humano —profundamente
humano— de todo hombre como el valor fundamental y la base de todos sus
derechos. El primer derecho del hombre es el derecho a la vida. Hemos de
defender este derecho y este valor. De lo contrario, toda la lógica de la fe en
el hombre, todo el programa del progreso verdaderamente humano se tambaleará y
se vendrá abajo.”
(Beato Juan Pablo II – Homilía en la Santa Misa paralos obreros en Saint-Denis - 31
de mayo de 1980)
No hay comentarios:
Publicar un comentario