"El fenómeno emigratorio tiene sin duda aspectos positivos, en cuanto que
proporciona un trabajo a quien carece de él y fomenta vínculos de contacto entre
los pueblos. Pero presenta también aspectos negativos, en cuanto qué ―como he
escrito en la Encíclica Laborem exercens―
"constituye generalmente una pérdida para el país del que se emigra. Se aleja un
hombre y a la vez un miembro de una gran comunidad, que está unida por la
historia, la tradición, la cultura, para iniciar una vida dentro de otra
sociedad, unida por otra cultura, y muy a menudo también por otra lengua" (núm.
23).
No hay comentarios:
Publicar un comentario