El Nuevo Testamento tiene
dimensiones menores que el Antiguo. Bajo el aspecto de la redacción histórica,
los libros que lo forman están escritos en un espacio de tiempo más breve que
los de la Antigua Alianza. Está compuesto por veintisiete libros,
algunos muy breves.
En primer lugar tenemos los cuatro
Evangelios: según Mateo, Marcos, Lucas y Juan. Luego sigue el libro de
los Hechos de los Apóstoles, cuyo autor es también Lucas. El grupo
mayor está constituido por las Cartas Apostólicas, de las cuales las más numerosas
son las Cartas de San Pablo: una a los Romanos, dos a
los Corintios, una a los Gálatas, una a los Efesios,
una a los Filipenses, una a los Colosenses, dos a
los Tesalonicenses, dos a Timoteo, una a Tito y
una a Filemón. El llamado "corpus paulinun" termina con
la Carta a los Hebreos, escrita en el ámbito de influencia de
Pablo.
Siguen: la Carta de Santiago, dos
Cartas de San Pedro, tres Cartas de San Juan y la
Carta de San Judas. El último libro del Nuevo Testamento es el
Apocalipsis de San Juan.
(de la Audiencia General22 de mayo de 1985)